Una transición hacia una alimentación más vegetal 🌿, no solo tiene diversos beneficios a nuestra salud, sino que también da un mejor uso al agua 💧, un recurso cada vez más escaso.



Se estima, de acuerdo al International Water Management Institute, que la mayoría del agua de todo el mundo se utiliza para la agricultura (cerca del 90% de acuerdo al Water Footprint Network). En Chile, según datos del Ministerio de Obras Públicas, este uso llega a un 72% del total 🌊.

Como el agua es tan utilizada para la producción de alimentos, nuestras decisiones de consumo son muy relevantes para preservar este vital pero limitado recurso. De acuerdo al Institute for Water Education de UNESCO, la producción de una alimentación tradicional basada en carne consume el doble de la cantidad de agua en comparación con una alimentación de origen vegetal.

 

Otro estudio, del UCLA Sustainability, confirmó que una alimentación vegetal usa aproximadamente un 50% menos de agua que la alimentación tradicional con derivados animales.

Las razones que explican este menor uso del agua, es que la agricultura tradicional necesita grandes cantidades de este recurso para la producción de los derivados de origen animal (15.000 litros de agua para 1 kg de carne 🥩, en comparación con 4.000 litros para 1 kg de legumbres 🧆 y 1.600 para un kilo de cereales 🌾).

Además, está el hecho de que los animales necesitan beber, así como también que botan desechos 💩 que contaminan el agua, además de la tierra y el aire. Se calcula, por otro lado, que las hamburguesas de origen vegetal requieren entre 75 a 99% menos de agua que las tradicionales 🍔.

Esta alimentación basada en plantas se constituye a partir de un consumo integral de frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales, legumbres, tubérculos, semillas, algas, entre otros. Se ha demostrado además que significan beneficios para nuestra salud. Finalmente, bueno para ti y también para el planeta 🌎.